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Por Thelma González.

Desde que era pequeña tenía el sueño de vivir haciendo posdoc tras posdoc interrumpido por uno que otro agradable año sabático y rematar mi existencia con un Nobel o dos, al igual que todos los que inician una carrera científica profundamente enamorados de la ciencia. Pero con el paso del tiempo me fui dando cuenta de lo complicado que era vivir de acuerdo a ese plan y que, de alguna manera, los postdocs que conocía no parecían estar cumpliendo el sueño de su vida, simplemente postergando la aterradora tarea de encontrar empleo.

Una serie de eventos fortuitos me llevaron a conocer otra cara de la ciencia y en mi afán de sistematizar todo lo que se me presenta decidí que los científicos podían clasificarse en, al menos, dos grandes grupos*: Los makers y los solvers.

Los científicos makers: They do the things right.

Estos seres son los que viven en los laboratorios, con capacidades de observación y análisis sobrehumanas, los que se saben de memoria los protocolos siendo amos y señores en el uso de cada uno de los equipos de laboratorio. Son los que tienen la visión necesaria para no olvidar poner ningún control positivo o negativo, incluso si sólo implica colocar un matraz con agua en incubación por un mes. Son las personas que descubren las interacciones de una neurona con un linfocito particular y los que, eventualmente encontrarán cura para todas las enfermedades que se lo propongan, entregados, por decisión propia a una vida de laboratorio. Con la nariz metida en los libros, artículos, publicaciones y reviews, suelen tener justificaciones claras y lógicas para explicar sus resultados y apoyar o rechazar sus hipótesis de trabajo y quienes, incluso si no tienen muchas publicaciones, tienen tips expertos que les ahorrarían a otros meses de tropiezos y equivocaciones en la etapa experimental. Algunos, más celosos que otros, se guardan sus conocimientos y observan el mundo desde su trinchera.

En estos tiempos en los que todo es políticamente incorrecto, generalizar es un grave pecado, pero debo confesar que este tipo de científicos son los que tienen menos habilidades para socializar, entablar conversaciones y por lo tanto, conseguir presupuesto, lo cual nos lleva al otro tipo de científicos.

Los científicos solvers: They do the right things.

Estos son personas que si bien, han trabajado en laboratorios, no son fans de la vida estrictamente académica, se desesperan con facilidad y no les fascina comprometerse en investigaciones a largo plazo, porque siempre están pensando en la pregunta What’s next?, son los mayores consumidores de difusión científica de todas las áreas, debemos admitir que no tienen profundo conocimiento de nada (¿quién lo tiene, en realidad?), pero están enterados de la información de vanguardia que se genera en todas partes del mundo y saben lo que están haciendo las universidades top en todo momento. Son personas dispuestas a ir a seis conferencias en una semana sólo para conocer los rostros de los investigadores más importantes y conseguir alguna estancia, siempre corta, en alguna universidad renombrada o a algún ponente para el evento o proyecto que estén organizando en ese momento. Tienen facilidad de palabra y un amplio repertorio de historias que contar, sin olvidar habilidades para hacer negocios, acuerdos, convenios y la paciencia suficiente para llevar al éxito sus ideas a pesar de la pesada burocracia que impera en la ciencia. Tienden a estar también actualizados en el sector industrial de sus áreas de estudio.

Estos extrovertidos científicos consiguen financiamiento, becas y apoyos para investigaciones en los laboratorios en los que creen, son los que hacen que las cosas pasen.

Suelen también ser divulgadores científicos, personas interesadas en que el mundo sepa lo que pasa en la ciencia, porque es simplemente increíble y todos deberíamos estar maravillándonos con el rumbo que está tomando la humanidad.

Muchas veces sucede que un maker es el Investigador Principal de algún laboratorio y para proteger sus descubrimientos cierra paso a los solvers, argumentando que no son necesarios y que con los financiamientos que el maker pueda conseguir será suficiente. Quizá. Un laboratorio puede sobrevivir sin un solver, pero sólo debemos observar la evidencia experimental de aquellos laboratorios que tienen científicos solvers asociados, para ver que no sólo sobreviven, avanzan mucho más rápido y las ideas más disparatadas se vuelven la solución a un problema que nadie sabía que tenía.

Thelma es Química Farmaceútico-Biológica de la UNAM, actualmente estudia la biodegradación de plásticos por bacterias para deshacerse de la contaminación en los océanos, le gusta escuchar música de los Beatles y ver películas de Pixar, aparte de estar al pendiente de las novedades de Biotecnología en el mundo. Contáctala en: thelma.quimi@gmail.com

 

 

4 Comments

  1. Osvaldo Galeana dice:

    Thelma! Me identifico totalmente como un Científico Solver, y es que siguiendo el tan estereotipado científico a veces puede parecer que somos los locos que no seguimos el camino que debe ser. Gracias por colaborar con GESTÍCA y ser una solver también, te deseamos el mejor de los éxitos en esta hermosa carrera!

  2. Carlos dice:

    Excelente aporte Thelma! Hasta hace poco me dí cuenta que soy el creativo, el solver y que efectivamente los que nos identificamos con ese grupo, carecemos de lo que tienen los makers. Las preguntas que siempre están mi pensamiento son como dices, ¿qué es lo que sigue?, ¿por qué sí?, ¿por qué no?, ¿de qué otra forma se puede hacer?, ¿por qué no se puede hacer así?, ¿qué hace falta para lograrlo?, ¿y si lo hacemos así?, ¿qué pasaría sí?

    Ojalá que generemos el canal para colaborar con los makers y seguir en esto que tanto nos apasiona! Un cálido saludo!

    • Osvaldo Galeana dice:

      ¡Carlos!

      Yo concuerdo contigo, siempre identifiqué características distintas entre mis compañeros de universidad pero tampoco sabía que se debía por nuestras habilidades como científicos. Aquí lo importante es no dejar que esas preguntas que resuenan en tu cabeza lo dejen de hacer, y así poder crear estrategias en las que mediante equipos de trabajo de científicos makers y solvers podamos aprovechar el máximo de nuestras capacidades para concretar proyectos.

      ¡Saludos!

  3. Gill Raker dice:

    —y por supuesto también hay quienes ni son lo uno ni lo otro, y más porque tales etiquetas realmente no tienen ningún sentido en nuestro idioma, por más que con ello se.busque la “coolness” de la inclusión generacional tan cachondeada en estos tiempos…
    */al margen permítaseme preguntar ¿cómo es que “desde pequeña…” (sic) se puede saber qué es un post-doc, y soñar con convertirse en ello, a la Peter Pan del qué hacer científico? just asking…

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