Existen al menos dos tipos de científicos: Makers y Solvers
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Por: Jimena Chi

El desarrollo científico y tecnológico es uno de los motores esenciales de cualquier economía que se logra, en gran medida, mediante esfuerzos de cooperación, colaboración, intercambio de experiencias, información, formación de infraestructura y otros recursos, tales como los humanos y los financieros. La identificación y gestión del conocimiento con valor comercial, configura uno de los procesos esenciales para maximizar el beneficio generado a partir de las actividades de investigación, desarrollo e implementación (I+D+i); de modo que, la gestión de activos de propiedad intelectual como una actividad orgánica dentro cualquier organización podría permitir la correcta identificación de conocimiento con valor comercial y generar un ventaja competitiva dentro del mercado.

Existen dos sectores que, por su relevancia en el intercambio y generación de conocimiento (que es el objeto de protección, en estricto sentido, de la propiedad intelectual), configuran un espacio continuo de desarrollo de actividades de I+D+i:

1) Centros de investigación (CI) y Oficinas de Transferencia de Tecnología (OTT’s): tan solo en la Red de Oficinas de Transferencia de Tecnología, existen alrededor de 100 OTT’s,  incluyendo Universidades Públicas y Privadas, así como Asociaciones y Sociedades Civiles; por otro lado, el Sistema de Centros Públicos de Investigación del CONACYT está conformado por 27 instituciones, coordinadas sectorialmente por la DACI de las cuales 26 son centros de investigación que comparten cuatro ejes:

Realizar actividades de investigación;

Formar recursos humanos altamente especializados, principalmente a través de programas de posgrado;

Transferir conocimiento para promover la modernización y mejora de sectores productivos, públicos y sociales;

Comunicar a la sociedad la información técnica y científica derivada de las investigaciones.

2) Pequeñas y Medianas Empresas (PyMES): de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México existen aproximadamente 4 millones 15 mil unidades empresariales, de las cuales 99.8% son PyMES que generan alrededor del 52% del Producto Interno Bruto (PIB) y el 72% del empleo en el país; sin embargo, dentro del universo de las PyMES solo un número reducido cuenta con conocimiento con valor científico y tecnológico, capaz de ser objeto de protección a través de canales de propiedad intelectual. Las llamadas Empresas de Base Tecnológica (EBTs) son unidades de negocio que se caracterizan por contar con una plataforma de conocimiento enfocada hacia la innovación; sin embargo, en el caso de México, no representan un segmento importante debido a la falta de capacidades tecnológicas de alto nivel.  

De conformidad con la Informe Anual emitido por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), de las 17,184 solicitudes de patentes presentadas durante el 2017, tan solo 1,334 corresponden a solicitantes de nacionalidad mexicana, de las cuales 93 fueron presentadas por centros públicos de investigación y universidades:

Solicitante No. de solicitudes
Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del I.P.N. 22
Universidad Nacional Autónoma de México 22
Instituto Politécnico Nacional 14
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey 12
Universidad Autónoma de Nuevo León 10
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla 7
Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco, A.C 6
Centro de Investigación en Química Aplicada 5

El escenario descrito, contextualiza la forma en la que los Innovadores mexicanos hacen uso de las herramientas de propiedad intelectual ¿Por qué es indispensable comenzar a trabajar en estrategias estratificadas para incrementar el nivel de uso y aprovechamiento sobre los conocimientos con alto valor comercial?

La innovación es la base de la economía productiva; sin embargo, hoy en día, pocas son las empresas que realizan actividades de I+D+i de forma individual, es decir, sin contar con socios de conocimiento, joint ventures, acuerdos de transferencia de tecnología o esquemas de subcontratación. Las tendencias más recientes demuestran que las actividades de I+D+i se están comenzando a fragmentar, de modo que más de una empresa aporta capital (financiero o humano) y, a la vez, responde por el riesgo de un proyecto basado en conocimiento.

Volvamos a tomar el ejemplo de los tres nichos de usuarios potenciales de la propiedad intelectual:

1) CI y OTTs: fungir como “socios de conocimiento” se ha convertido en una nueva actividad que las Universidades han incorporado y contar con una estrategia de propiedad intelectual clara y precisa, desde un inicio, les permitiría ofrecer certeza sobre la legitimidad de la invención y generar modelos de transferencia de conocimiento a través de esquemas abiertos o cerrados, con la posibilidad de recibir regalías de forma continua y por periodos a mediano y largo plazo a través de licencias de uso y, a partir de los ingresos recibidos, tener la posibilidad de continuar con sus líneas de I+D.

2) Pequeñas y Medianas Empresas: como se mencionó, no todas las PyMES realizan actividades objeto de protección a través de la PI. Las EBTs generalmente se encuentran en el sector de manufactura y servicios de tecnología de la información concentrándose en ciertas zonas a lo largo de la República Mexicana, como el caso de Hidalgo (sector alimentario, textil, de autopartes, así como hule y plástico); León (sector automotriz), Nuevo León (sector de tecnologías de la información) o Querétaro (sector aeroespacial). Dentro de estos espacios de generación de conocimientos con alto valor tecnológico, se han creado esquemas de transferencia de conocimientos, en donde grandes empresas buscan en las EBTs socios de conocimiento para delegar en ellas parte de las actividades de I+D; de este modo, al contar con una clara identificación del conocimiento aportado, sería posible aprovechar ciertos esquemas de propiedad intelectual a fin de diferenciar los servicios ofrecidos por esa EBTs en comparación con otras dentro del mismo sector.

Es así como, contar con una estrategia sobre la gestión de los activos de propiedad intelectual, desde las primeras fases de I+D, resulta esencial para mejorar las capacidades de operación de los Centros de Investigación, Universidades y EBTs. El término gestión de propiedad intelectual, se refiere a cualquier actividad llevada a cabo que apunta a la creación y/o explotación de activos intelectuales y resultados de investigación desarrollados; se refiere a un conjunto de actividades planificadas y estratégicas que permiten a una institución incidir deliberadamente en acciones generadoras de valor, tanto a partir de tecnologías existentes como de desarrollos propios y asegurar la traducción de sus derechos de propiedad intelectual en activos intelectuales que pasarán a formar parte de su patrimonio tecnológico.

Para los Centros de Investigación, Universidades y EBTs, existen ciertos esquemas de PI que tienen mayor relevancia y uso:

Patente: es un derecho exclusivo concedido a una invención, es decir, un producto o procedimiento que aporta, en general, una nueva manera de hacer algo o una nueva solución técnica a un problema. 

Modelo de Utilidad: es un derecho exclusivo que se concede a una invención y permite al titular del derecho impedir a terceros utilizar comercialmente la invención protegida, sin su autorización, durante un período limitado. Los modelos de utilidad se consideran particularmente adaptados para las PyME que efectúan mejoras “menores” en productos existentes o adapten dichos productos. Los modelos de utilidad se utilizan principalmente para las innovaciones mecánicas.

Diseño Industrial: es un derecho exclusivo que se concede a un dibujo o modelo (diseño) industrial que constituye el aspecto ornamental o estético de un artículo. El dibujo o modelo puede consistir en rasgos tridimensionales, como la forma o la superficie de un artículo, o en rasgos bidimensionales, como motivos, líneas o colores.

Marca: un derecho exclusivo que se concede a un signo que permite diferenciar los productos o servicios de una empresa de los de otra.

Secreto industrial: todo conocimiento sobre productos o procedimientos industriales, cuyo mantenimiento en reserva proporciona a su poseedor una mejora, avance o ventaja competitiva.

Uno de los aspectos más interesantes de la protección ofrecida a través de los canales de propiedad intelectual resulta en el hecho que una idea o proyecto puede hacer uso de más de un esquema de propiedad intelectual; es decir, los esquemas no son excluyentes. Sin embargo, la determinación de la estrategia a seguir dependerá totalmente del tipo de idea o proyecto y la finalidad que éste posea:

Las organizaciones que deseen obtener pleno rendimiento sobre sus conocimientos especializados deberán tomar una serie de medidas tendientes a establecer una estrategia de organización en materia de propiedad intelectual que deberá incluir, al menos, los siguientes puntos:

– Asegurarse que cada empleado, desde el Director hasta quienes atienden al público, estén en conocimiento de la importancia estratégica de la P.I. y que ello figure en su contrato de trabajo;

– Contar con una persona, un departamento o un bufete de abogados encargado de preparar y mantener auditorías de P.I. y presentar informes;

– Poner en marcha un programa de educación en toda la empresa para que se entienda la importancia de la P.I. Ese programa debería incluir los departamentos contable, jurídico, de ventas, de comercialización y publicidad, los distribuidores, los departamentos de I+D+i y todo consultor externo;

Establecer un valor contable para toda la P.I. de la empresa;

– Controlar las fechas de vencimiento y renovación de todos los títulos de P.I. y considerar la posibilidad de contratar servicios independientes de supervisión e información;

– Realizar una auditoría completa de toda P.I. de la empresa y atribuirle grados de importancia.

Para obtener más información sobres las actividades de gestión de activos intangibles, es posible visitar los siguientes sitios:

http://minarai.wixsite.com/theipway/single-post/2018/08/06/Manual-para-la-Gesti%C3%B3n-de-Activos-de-Propiedad-Intelectual

http://www.wipo.int/sme/es/documents/managing_ip.htm

https://www.ovtt.org/propiedad-intelectual

 

Jimena Chi es abogada con Posgrado en Derecho Internacional por la Universidad de Turín, Italia (2012) y Licenciatura en Derecho por la Universidad Panamericana, México (2010), con práctica profesional en el campo de la Propiedad Intelectual desde el 2007, enfocada en Propiedad Industrial, Derecho Internacional y Transferencia de Tecnología. Actualmente se desempeña como la Directora Legal en una empresa trasnacional e imparte clases a nivel Posgrado y Licenciatura. Puedes encontrar más sobre su trabajo y actividades de difusión en el Blog Legal Minarai – The IP Way. Contáctala en: jimenachibarrales@gmail.com https://breakingtheiplaw.wordpress.com/

3 Comments

  1. Arturo G Miguel y Carvallo dice:

    Felicito a Jimena Chi por ese detallado desglose de la labor investigativa, que indiscutiblemente ayuda a la definición de términos en la comercialización de un nuevo producto/método desarollado por el investigador; ella es un enlace vital que tendré en cuenta para mis actuales y futuros proyectos; mil gracias a GESTICA y a Jimena

    • Osvaldo Galeana dice:

      ¡Arturo!
      Nosotros estaremos encantados de que GESTÍCA sea el medio mediante el cual surjan este tipo de colaboraciones, recuerda que por eso somos una comunidad que busca apoyarse entre todos nosotros, además de que siempre será importante conocer los contextos ajenos al tecnológico solamente, y tomar en cuenta la propuesta de Jimena sobre el contexto legal y comercial que se relaciona con nuestra investigación.

      Saludos.

  2. Jimena Chi dice:

    Muchas gracias a GESTÍCA por la invitación a colaborar en su blog. Como actualización, les comparto el correo y blog en el que hoy en día me pueden encontrar: jimenachibarrales@gmail.com
    https://breakingtheiplaw.wordpress.com/

    Saludos!

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