Por Daniela Córdoba

¿Cómo podemos cambiar el modelo económico lineal y recuperar los materiales provenientes de los residuos?

En Tendencias 2020 explicamos a la economía circular (EC) como la respuesta a estas interrogantes. Dentro de su diversidad de definiciones se pueden identificar dos líneas de acción: la primera establece que la EC debe apuntar hacia las dimensiones de sostenibilidad: ambiental, económico y social. La segunda que enfatiza la necesidad de crear nuevos modelos de negocios que faciliten la transición de sistemas de producción abiertos a sistemas cerrados (cloosing loops) que reutilicen recursos y reduzcan el consumo de energía.

El último informe mundial de la Universidad de las Naciones Unidas estimó que en 2016 se generaron 44,7 millones de toneladas de residuos electrónicos a nivel mundial, y las ganancias económicas de materia prima, si se hubieran utilizado procesos de economía circular, ascienden a USD $ 55 mil millones de dólares.

Existen diferentes herramientas que facilitan la modelación industrial hacia la economía circular, una de ellas es el mapeo de flujo de materiales (MFM o MFA, por sus siglas en inglés). A través de este método se puede determinar la circularidad de los procesos industriales de una empresa, debido a que permite reconocer el origen y destino final de cada material utilizado para la fabricación de un producto. Además de optimizar el uso de la materia prima, y las entradas y salidas de materiales en cada uno de los procesos. El MFM permite generar estrategias de recolección/recuperación de residuos con el fin de generar un inventario de materiales (minería urbana) para que estos sean reusados.

La economía circular puede optimizar la recolección y reciclaje de residuos, generando una minería urbana. Por medio del reciclaje de un producto, este puede ser desensamblado y sus materiales recuperados. Es aquí donde se origina la minería urbana ya que se genera un inventario de materiales que sirve como materia prima para la fabricación de nuevos productos. Por ejemplo, los residuos electrónicos contienen metales preciosos que pueden ser recuperados por medio de procesos físico/químicos. De esta manera, estos materiales pueden ser utilizados para la fabricación y manufactura de nuevos productos evitando la explotación de minas y recursos no renovables. Para tener una mejor idea… un kilogramo de material extraído de una mina contiene 1.01 mg de oro, mientras que de un kilo de residuos celulares se puede extraer 340 mg de oro. ¿suena que podemos aprovecharlo no?

Países como China, Japón, Estados Unidos, Australia, Alemania, México, Chile, Colombia, entre otros, ya se subieron al barco, sus gobiernos y empresas están más conscientes acerca de los beneficios de este modelo circular, que ayuda a optimizar el uso de los recursos limitados, no renovables y con un alto valor agregado.

Esta forma de trabajo además de mitigar los impactos ambientales y sociales que generan las operaciones industriales, es la única solución ante el procesamiento y manufactura de los productos que terminan siendo merma.  Si eres una empresa que está interesada en incluir este modelo a tu producción, escríbenos a mariana@gesticamx.com